El Rallie de Gran Bretaña tan solo fue la antesala de más trabajo para el equipo Volkswagen, que desde la ubicación de la prueba del Mundial de Rallies viajó de nuevo a tierras finlandesas para hacer un nuevo test con el Polo R WRC del equipo alemán. En este pasado verano hasta en dos ocasiones el equipo de test de la marca ha visitado los tramos de tierra y ahora es el turno de una nueva prueba que ha durado dos días para Sebastien Ogier.
De nuevo las carpas asistencias y los ingenieros de Volkswagen han dado el soporte a Sebastien Ogier para analizar el funcionamiento de la máquina que está a punto de debutar. Los rápidos y bacheados tramos donde han estado probando junto a los continuos cambios de rasante son una nueva prueba de nivel de cara al comportamiento del Polo R WRC.
Más potencia
Este nuevo test en terreno conocido y donde solo ha estado Sebastien Ogier, que está vez no ha contado con la ayuda de Carlos Sainz ha sido provocado por el aumento de potencia que ha recibido el Volkswagen Polo R WRC desde la última vez que el equipo estuvo afrontando en Finlandia unos test. El test además se ha llevado a cabo tanto en terreno seco como con tierra mojada.
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