Hoy ha sido un día en familia para Volkswagen puesto que Sebastien Ogier y Julien Ingrassia han visitado la fábrica de la marca en Navarra. En el fondo, todos los trabajadores de esta factoría también son campeones del mundo puesto que en esta planta se han fabricado las carrocerías del Polo R WRC, que tantos éxitos ha dado a la marca en su primera temporada completa dentro del Mundial de Rallies, donde se han alzado con el título de marcas y de constructores.
"Todos los éxitos que hemos conseguido parten de esta fábrica, y de las otras plantas del Grupo que han hecho posible que el Polo R WRC se haya convertido en el mejor coche del Campeonato del Mundo de Rallys. Es muy emocionante estar aquí y compartir este triunfo con todos los trabajadores. Ellos han hecho posible que nuestra participación en este Mundial haya sido excepcional", declaró Sebastien Ogier a su llegada a la fábrica, en claro signo de agradecimiento con todos los trabajadores.
Los trabajadores encantados
Como es lógico, el evento se ha vivido con una emoción especial en el seno de los trabajadores, que tanto esfuerzo han puesto a lo largo de toda la temporada para convertir a la marca alemana en la más exitosa del Mundial de Rallies en 2013. Cada uno de ellos sienten que todas estas victorias también tienen un granito de su trabajo y como tal todo ha trascurrido entre eternas sonrisas y felicitaciones.
También ha tomado la palabra durante el evento Patrick Danau, el director general de la fábrica de Navarra: "Es un orgullo haber participado en la construcción del Polo R WRC. A lo largo de estos meses hemos trabajado codo con codo con Volkswagen Motorsport, ayudando a construir un modelo campeón. Además, hemos introducido innovaciones técnicas en el coche de rallies, como el capó delantero Leichtblech, de peso reducido, que nos permiten seguir investigando soluciones que después se podrían trasladar a la producción en serie. Este modelo se ha convertido en un avanzado banco de pruebas".
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