La del jueves prometía ser una jornada emocionante para el mundo del motor, y especialmente, para los rallies. El Campeonato del Mundo 2017 se ponía en marcha con motivo del mítico Rally de Monte-Carlo, que este año celebra su 85.ª edición. Dos tramos y un total de 46,7 kilómetros cronometrados componían la primera etapa, a disputarse íntegramente de noche. Después de un 'shakedown' que no permitió deducir demasiadas conclusiones, las expectativas eran muy altas ante el debut oficial de los nuevos World Rally Cars.
Sin embargo, el plano deportivo pasaría pronto a un segundo plano. A las 20:14 horas, Sébastien Ogier abría el fuego en la especial de Entrevaux - Val de Chalvagne - Ubraye, seguido de un Thierry Neuville que conseguía endosar siete décimas al de M-Sport. Entonces llegó el turno de Hayden Paddon; en los compases finales del tramo, el rápido piloto neozelandés se topaba con una placa del temido 'hielo negro' y, ante las cámaras que retransmitían la prueba en directo, perdía el control de su Hyundai, impactando lateralmente contra un talud y volcando hacia el lado opuesto.Comienzo trágico
En un principio, el accidente no parecía grave, pues tanto Paddon como su copiloto, John Kennard, salían ilesos del vehículo. Pero enseguida se conocía que un espectador mal situado había resultado herido. Con el Hyundai #4 en medio de la carretera, los organizadores se veían obligados a anular el primer tramo de la temporada y los participantes se dirigían a la última prueba del día tras habérseles aplicado el tiempo de Ogier. Mientras se esperaban las primeras informaciones oficiales sobre el suceso, el aficionado era evacuado en helicóptero a un hospital, reportándose que se encontraba inconsciente.
Terminada la jornada, en torno a la 1:20 de la madrugada del viernes, el ACM confirmaba su pérdida. Este es el comunicado oficial emitido por la entidad: «El Automobile Club de Monaco lamenta informar de nuevos detalles en relación al incidente del coche #4 (Paddon/Kennard) en el TC 1. / El espectador fue llevado en helicóptero desde el tramo hasta un hospital en Niza. Lamentablemente, a pesar de los esfuerzos realizados por el equipo médico, el espectador ha fallecido. / Se ha iniciado una investigación sobre el accidente y todas las partes involucradas proporcionarán asistencia a las autoridades. / Todos los relacionados con el evento dan su más sentido apoyo y condolencias a las familia, amigos y personas afectadas».
Asimismo, nada más conocerse los tristes acontecimientos, el equipo Hyundai emitía un comunicado similar y Hayden Paddon expresaba sus condolencias en redes sociales, un sentimiento al que nos sumamos desde estas líneas. Aprovechamos también para recordar la necesidad de situarse en zonas adecuadas a la hora de disfrutar de este deporte que tanto nos apasiona y que no debería cobrarse ninguna vida.
Neuville golpea primero
De vuelta a la competición, el segundo y último asalto de esta etapa inicial comenzó con un ligero retraso, aunque transcurrió sin incidencias. Neuville repitió el mejor tiempo del tramo anterior, superando a Ogier en 7.8 segundos. De este modo, el belga completaba un arranque fulgurante y se iba a dormir como líder, contando con ocho segundos y medio de cara a los 160 kilómetros contra el reloj de los que consta el viernes. Tercero fue un sorprendente Juho Hänninen, quien brindó a Toyota un fabuloso regreso al certamen tras dieciocho años de ausencia. El finés, a 15.7 de la cabeza, aventajó en solo ocho décimas al único Citroën C3 clasificado, el pilotado por Kris Meeke.
Y es que Stéphane Lefebvre sufrió un problema en la transmisión que le impidió completar la especial. Los Ford de Ott Tänak y Elfyn Evans ocuparon la quinta y sexta posiciones, concretando un inicio tranquilo pero más que correcto. Otra de las sorpresas la dio Craig Breen, que demostró lo especial de este rally al situarse séptimo con el DS3 de anterior generación. Dani Sordo concluyó a espaldas del irlandés y, aunque se dejó veintisiete segundos con su compañero de equipo, declaró estar conforme con su rendimiento en la siempre difícil noche. El último de los nuevos WRC fue un cauteloso Jari-Matti Latvala.
El WRC 2, muy apretado
Más igualadas estuvieron las cosas en la segunda división. Al término de los veinticinco kilómetros de Bayons - Bréziers, Andreas Mikkelsen fue el más rápido, estrenando de manera impecable su rol como piloto temporal de Skoda. Su compañero de filas Jan Kopecký se quedó a menos de cinco segundos, y a 1.2 de este, Kevin Abbring con el Hyundai de fábrica. Algo más alejados finalizaron los Ford de Éric Camilli -representando a M-Sport-, Bryan Bouffier y Giandomenico Basso, campeón italiano. El francés Yoann Bonato (Citroën) precedió a un Pontus Tidemand que sufrió un trompo con su Fabia.
Peor suerte todavía corrió el madrileño Pepe López; el pupilo de Carlos Sainz se estrenó en el Mundial con un pinchazo que le hizo perder dos minutos, viéndose relegado al decimotercer lugar entre los R5. De igual modo, Surhayen Pernía encajó casi el mismo tiempo, rodando posiblemente con algún tipo de problema. El vencedor del Trofeo Clio ibérico se encuentra tercero entre los Renault a 1:59 del suizo Cédric Althaus, a su vez, segundo en el WRC 3. Dicha categoría está comandada por el galo Raphaël Astier a bordo de un 208 R2. Eso sí, aún queda mucho rally por delante para todos.
Finalmente, Jourdan Serderidis lidera el nuevo WRC Trophy como único participante, mientras que el legendario François Delecour marcha al frente de la Copa R-GT con su Abarth 124. Lo sigue, a dieciséis segundos, la promesa italiana, Fabio Andolfi. Romain Dumas, quien pone la nota de color con su Porsche GT3, tenía una salida de carretera. La etapa del viernes será la más larga de la jornada con seis tramos, arrancando el primero de ellos a las 10:11 horas CET. Recordad que disponéis de los horarios completos en nuestro previo del evento.
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