El motivo de la exclusión de todos los vehículos del JWRC, es decir, de los siete Citroën DS3 R3T que Citroën Racing cede a los participantes no es otro que el incumplimiento de la especificación técnica de la ficha de homologación del vehículo. Acercándonos un poco más al motivo de toda esta polémica, que dicho sea de paso le ha costado Citroën una multa de 10.000 euros, parece ser que el árbol de levas que montaban todos los vehículos no coincidía con el registrado en la homologación, lo que es motivo directo de exclusión.
Según parece, Citroën Racing cometió un error en la ficha de homologación, colocando una coma en el lugar incorrecto, por lo que las medidas del árbol de levas nunca podían ser correctas. Un fallo menor, incluso inerte en cuanto a prestaciones, pero que condenaba a todos los participantes del JWRC a quedar fuera del resultado final de la prueba al competir con motores idénticos. Precisamente por tratarse de un fallo de esta naturaleza y por competir en el fondo todos en igualdad de condiciones, lo que si se mantiene son los resultados dentro de la categoría JWRC, con el título de Stéphane Lefebvre conseguido en Francia inalterado.
Multa añadida
A los 10.000 euros que ya hemos mencionado en concepto de multa por incumplir con la ficha de homologación, Citroën Racing suma otra multa de 2.500 € aproximadamente en concepto de costes tanto para el organizador como para los propios participantes. Sin duda, un 'tirón de orejas' en toda regla para el fabricante francés, que seguro tendrá más cuidado para la próxima vez, sobre todo con la sombra de Renault Sport intentando apoderarse del JWRC.
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