Lo cierto es que la trayectoria de Volkswagen en lo que va del Mundial de Rallies es envidiable. Dos victorias en las dos primeras pruebas en la clase S2000 son la base sólida de un proyecto que tiene tintes exitosos. Ahora, los pilotos de la marca preparan a toda marcha el Rallie de México, la tercera prueba del WRC. A una altitud de más de 2000 metros, las etapas especiales son las más altas geográficamente de toda la temporada. Además, para los pilotos de la marca alemana supondrá la primera prueba sobre grava del año, lo que será un reto tanto para Sebastien Ogier como para el que será su compañero en México, Kevin Abbring.
Después de las dos primeras rondas de la temporada en Mónaco y Suecia donde la principal dificultad es el clima invernal, ahora el reto es totalmente diferente con las pistas de polvo de tierra en México. Kris Nissen comenta al respecto: "Las temperaturas de hasta 30 grados y las etapas especiales en altitudes que superan los 2000 metros exigen mucho a nuestros coches. Sin duda será una valiosa experiencia para recoger datos para el funcionamiento del Polo R WRC el año que viene".
Pistas duras y elevada altitud
En total, los pilotos tienen que completar 24 etapas especiales en México que cubren más de 407 kilómetros cronometrados. La tercera etapa especial, "Guanajuatito", con una longitud de más de 54 kilómetros es uno de los más largos del año. Las secciones llenas de baches ejercerán excesiva presión sobre la suspensión del Skoda Fabia S2000.
Debido al bajo contenido de oxígeno del aire a una altitud de 2.000 metros el rendimiento de los motores cae aproximadamente un veinte por ciento. "El motor tendrá que en las otras pruebas" dice Sébastien Ogier. "Como conductores, tenemos que ajustar eso. Además, las altas temperaturas hacen que sea necesario que los pilotos bebamos mucho, así que nuestra concentración será determinante para la victoria durante las etapas especiales" concluyó el francés.
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