No va por mal camino. De ganar en las tres citas restantes, Ogier lograría el máximo número de victorias en una temporada de toda su carrera en el WRC. Una cifra solo alcanzable y superable por el otro Sébastien. Loeb logró sumar diez, en 2005 y 2006 y llegó a lo más alto en 2008 con once. Ni Juha Kankkunen ni Tommi Mäkinen consiguieron pasar de las cinco victorias en una temporada. En este sentido, se podría decir que Ogier tiene la batalla ganada con los finlandeses ya que en sus dos primeros títulos logró nueve y ocho triunfos, respectivamente.
Volkswagen al frente
La marca alemana vuelve a imponerse al resto de equipos por tercera temporada consecutiva. Si bien es cierto que en 2013, no alcanzaron el triplete, sí que lograron el título de pilotos con el primer mundial de Ogier y el de marcas gracias al trabajo de la dupla franco-finlandesa. Jari-Matti Latvala y Ogier se entienden a la perfección. Sus ansias de victoria son imparables y así lo demuestran los resultados de las dos últimas temporadas. Unos resultados en los que también ha influido el trabajo de Andreas Mikkelsen. El noruego, aunque por detrás de la dupla en resultados, ha asegurado los tripletes de la marca en numerosas citas.
En 2014, el finés debía conformarse con el segundo puesto a tan solo 49 puntos de Ogier, en una temporada en la que ambos pilotos se disputaron cada podio y cada punto de la Power Stage. El francés volvía a alzarse triunfador con ocho victorias y 267 puntos. Los diez podios de Latvala no fueron suficientes y se quedaba con la miel en los labios. Con el apoyo y trabajo del noruego Andreas Mikkelsen, Volkswagen lograba su primer triplete con todo su plantel copando los tres primeros puestos y con todos los títulos posibles en el bolsillo.
Esta temporada, se preveía emocionante por la lucha entre la dupla Volkswagen y por la incertidumbre acerca de las mejoras de equipos como el de Hyundai y de su posibilidad de competir de tú a tú con la marca alemana. Sin embargo, pronto se vio que el camino que tomaría el campeonato recordaba bastante a lo vivido en el anterior. Triplete de victorias para Ogier nada más comenzar y un mal arranque de Latvala con los abandonos de Suecia, México y Argentina. Sin atacantes en las cercanías, a Ogier se le presentaba un campeonato cómodo por delante y no lo desaprovechó.
De nuevo, todo apunta a que esta temporada se volverá a vivir una dictadura no solo por parte de Ogier, sino también por Volkswagen Motorsport y los Polo R WRC que, de momento, vuelven a copar las tres primeras posiciones del campeonato y ya se han adjudicado los títulos del 2015. Las dudas se centran ahora en sentenciar el segundo y el tercer puesto de la clasificación total.
¿Dónde está Loeb?
Eso es lo que deben preguntarse en el equipo Citroën Racing. La marca francesa estaba malacostumbrada. De los nueve títulos de Loeb, a una cartilla prácticamente vacía. Los cambios de escenario han sido especialmente duros para los de Citroën que ansían recuperar la gloria. El duelo entre los dos 'Seb' en Monte-Carlo fue un caramelo para la afición y para el equipo francés que se dio aún más cuenta de lo mucho que echa en falta a su campeón.
Sin un paladín que luche por el título, Citroën se encuentra a la deriva y se suma a la petición de la afición para que Loeb vuelva a pelear en los tramos con su tocayo y compatriota. La estrategia del equipo no está funcionando, se ven sin opciones ante el aplastante aplomo de Volkswagen y su plantel de pilotos no acaba de dar frutos. Meeke irregular, Ostberg sin brillo y Lefebvre con un futuro prometedor, pero un presente sin resultados. Citroën añora a su campeón y su era dorada.
Artículos recomendados