A veces la estadística no es más que eso, números. Números que van cambiando, evolucionando, rememorando... pero en este caso la estadística nos sirve para poder sacar conclusiones muy positivas en el Campeonato del Mundo de Rallys. Desde la pretemporada, e incluso ya desde la campaña pasada, se venía hablando. Los dichos en esto de los rallys lo decían: "Se avecina una de las temporadas más igualadas de los últimos tiempos". La estadística, a día de hoy tras tres citas del WRC, les da la razón.
Ogier, Latvala y Meeke emulan a Makinen, Gronholm y Burns
Y es que en este arranque de 2017 han ganado tres pilotos y marcas diferentes. En Montecarlo, el triunfo fue para Sébastien Ogier, a bordo del Ford Fiesta de M-Sport; en Suecia, la victoria se la llevó Jari-Matti Latvala, con el novedoso Toyota Yaris; para rematar, en México, con mucho pero que mucha tensión, el trofeo fue a parar a manos de Kris Meeke con el Citroën C3, precisamente la marca que peor había empezado el 2017. Los únicos que no han ganado, aunque han demostrado poder hacerlo, han sido los Hyundai. De no ser por los problemas de motor de Sordo en México y de la mala pata de Neuville en Montecarlo... quién sabe, quizá estaríamos hablando de que los norcoreanos ya tenían algún que otro trofeo. Pero eso es otro tema.Al final, lo que verdaderamente nos interesa en este tema es que tres marcas diferentes han conseguido ganar en solo tres rallys. Este hecho demuestra que la igualdad es máxima en este 2017 y también nos muestra que podríamos estar hablando del campeonato más igualado de los últimos tiempos. Para encontrar numérica así, debemos remontarnos hasta el comienzo del siglo. En el año 2000, en pleno apogeo del Mundial de Rallys que venía de una época dorada en los años 80 y 90, la igualdad entre marcas era brutal.
Tommi Makinen (Mitsubishi Lancer WRC - 2001)
La época multimarca, época de igualdad
Citroën, Ford, Mitsubishi, Subaru, Peugeot... incluso Seat se sumaba a la fiesta con el mítico Córdoba WRC. Cinco y seis marcas peleando por cada rally, por cada punto, por cada tramo, por cada segundo. Fruto de esta igualdad, en aquel inicio del año 2000, tres diferentes pilotos y marcas lograron vencer en las tres primeras pruebas de aquel Mundial. Tommi Makinen se impuso en México con Mitsubishi; Marcus Gronholm se llevó el triunfo en Suecia con el Peugeot 206 WRC; por último, en el mítico Rally Safari de Kenia, el triunfador fue Richard Burns a los mandos del Subaru Impreza.
Siguiendo con la estadísticas, en aquel año se vivió uno de los certámenes más igualados -no solo el arranque- de la historia. Solo cinco puntos separaron al campeón, Gronholm, del segundo clasificado, Richard Burns. Eso sí, todo ello en medio de una época marcada por eso, la igualad. Y es que varios eran los pilotos y las marcas que partían con opciones de triunfo en cada prueba, lejos de la época de dominación absoluta del equipo Volkswagen.
Por ejemplo, en 1997, un solo punto separó a Makinen (Mitsubishi) de McRae (Subaru). Similar situación se dió al año siguiente, dos puntos entre el finés y Carlos Sainz (Toyota) que peleó hasta el final. En el 2001, ya entrados en el Siglo XXI, tres puntos separaron a los tres primeros clasificados y con marcas diferentes: ganó Richard Burns (Subaru) con 44 puntos, seguido de Colin McRae (Ford) con 43 y Tommi Makinen (Mitsubishi) con 41. Aquella temporada, hasta siete pilotos diferentes lograron ganar rallys. En 2003, la lucha entre entre Peter Solberg (Subaru) y Sébastien Loeb (Citroën), que acarició su primer Mundial, se la llevó el noruego por un punto, con Carlos Sainz (Citroën) y Richard Burns (Ford) al acecho.
Marcus Gronholm (Peugeot 206 WRC - 2001)
El uno contra uno, con Loeb siempre vencedor
Ya bien entrados en la década de los 2000, las luchas pasaron a ser meros uno contra uno. Del 'plurimarquismo' se pasó a lucha de dos marcas y de dos pilotos. En la primera década del Siglo XXI, Citroën vs Ford, Loeb contra el finés de turno. Para el recuerdo quedarán esas luchas del galo con Gronholm e Hirvonen. Especialmente igualados fueron los mundiales de 2006 y 2009. En ambos, Loeb doblegó a su respectivo oponente por solo un punto de diferencia.
La hegemonía francesa de dos generaciones
Y de la lucha de dos se pasó a la hegemonía de una sola marca y de un solo piloto. Loeb y Citroën dominaron el cambio de década con autoridad mientras que, tras la retirada del piloto de Alsacia, apareció Volkswagen con otro genio como Sébastien Ogier. El de Gap se ha llevado sus cuatro mundiales aparementemente sin despeinarse, con un gran margen de puntos. A mitad de año, prácticamente, se sabía quién iba a ganar.
¿Vuelta a la época multimarca?
Así pues, tras el periodo de dominancia de una sola marca, parece que nos acercamos a un paradigma diferente. Nos acercamos a los comienzos de siglo, con muchos pilotos y varias marcas capaces de ganar en cualquier rally. Más que nunca en los últimos tiempos, la regularidad y el no fallar serán decisivos. Un error se paga caro en este nuevo WRC tan igualado. ¿Os imagináis que un Hyundai ganar en el Rally de Córcega? Sería un acontecimiento casi histórico. Disfrutemos del momento.
Las actuales marcas del WRC en México (2017)
Fuente de las fotos: WRC media, Citroën media, Sophie Graillon (Twitter @SebOgier), Mitsubishi RallyArt, WRC hemeroteca.
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