El piloto español manejaba en principio dos opciones de cara al Rally de Catalunya. La primera era competir con el habitual Ford Fiesta R2 del equipo Auto-Laca Competición dentro de la Drive DMACK Fiesta Trophy. Aunque los gastos derivados de competir en Salou siempre son menores que en otras pruebas del WRC, las limitadas opciones que tiene el piloto en la Copa Monomarca incluso para ser subcampeón han desechado esta idea. A falta de la última prueba, Yeray Lemes suma 56 puntos por los 80 que tiene Tom Cave y los 109 de Sander Pärn. Misión prácticamente imposible a pesar de ser el favorito en los tramos catalanes.
En los últimos días se había incluso barajado la posibilidad de que Yeray Lemes compitiese con un Ford Fiesta R5 de M-Sport. La mala suerte y la falta de fiabilidad que ha arrastrado durante toda la temporada con el Fiesta R2 y que en Alemania ya le jugó una pasada muy difícil de digerir, había abierto la negociación entre el entorno del piloto canario y los dirigentes de Cumbria para poder consumar esta posibilidad, aunque finalmente visto lo visto tampoco se ha podido concretar nada.
Su temporada
Yeray Lemes ha disputado las cuatro primeras pruebas de la Drive DMACK Fiesta Trophy y lo ha hecho como hemos comentado con dosis de mala suerte. En Portugal fue el quinto clasificado y en el Rally de Polonia terminó con la tercera mejor puntuación, aunque muy lejos de Sänder Parn que prácticamente sumó el doble de puntos que el español. En Finlandia fue el cuarto clasificado y en Alemania con los problemas mecánicos apenas pudo sumar ocho puntos, en un claro ejemplo de lo que ha sido la temporada para el canario.
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