La cita final del Campeonato Mundial de Turismos (WTCC) en Qatar también vio el final de la participación de Citroën Racing en la competición. Para conmemorar la ocasión, el Citroën C-Elysée WTCC consiguió su quincuagésima victoria en tres temporadas. En su despedida de la élite de los deportes del motor, Yvan Muller consiguió el segundo lugar en el Campeonato del Mundo, detrás de su compañero José María López. La aventura de carreras en pista de Citroën le ha reportado tres títulos mundiales consecutivos.
Las cosas fueron muy tranquilas en el Circuito Internacional de Losail hasta la tarde del viernes, cuando los pilotos salieron para la calificación.
José María López tuvo un gran impacto en Q1, marcando el mejor tiempo con 1m59.788s, un segundo más rápido que el tiempo que le valió la pole en 2015. En Q2, Yvan Muller y Pechito López se adjudicaron inmediatamente los dos primeros lugares, antes de que la bandera roja fuera sacada. Cuando la acción se reanudó, López volvió a sumergirse bajo la marca de dos minutos, lo suficiente como para volver a situarse en la parte superior de las pantallas de tiempo, justo delante de Muller.
Q3 fue un asunto inusual. Mehdi Bennani fue el primero en salir y estableció un buen tiempo de referencia. Norbert Michelisz luego se estrelló, causando un largo retraso. Después de la interrupción, tanto Yvan Muller como José María López se veían bien, pero ambos deslizaron en el mismo punto del circuito. Las pocas décimas de segundo que esos errores les costaron significaron que el piloto argentino tuvo que conformarse con el tercer mejor tiempo, con el francés en cuarto. Fue Mehdi Bennani, entonces, quien conquistó la 31ª pole position del Citroën C-Elysée WTCC.
Unos minutos más tarde, los tres pilotos del equipo SLR estaban en camino, representando a Citroën en MAC3. Bennani, Chilton y Demoustier produjeron un rendimiento impecable para obtener puntos máximos para el fabricante.
A por todas en la carrera inicial
La carrera inicial se inició a las 9:20 p.m. hora local, mucho después de que la noche había caído en el Medio Oriente. Terminando décimo en la calificación, Tom Chilton era el hombre en la pole position, con Gabriele Tarquini junto a él. Cuando se apagaron las luces, Chilton fue el primer hombre en dar vuelta, mientras que Yvan Muller logró arrastrarse a la quinta posición. De regreso en el grupo de perseguidores, las cosas iban muy mal para José María López, que fue golpeado por Tiago Monteiro. El piloto portugués terminó chocando, lo que trajo el coche de seguridad, seguido por la bandera roja.
Una vez que la pista se había limpiado, la carrera se puso en marcha de nuevo. Tom Chilton salió demasiado ancho en la primera curva y Tarquini aprovechó para pasar por el exterior. Un poco más atrás, Yvan Muller subió un lugar más a la cuarta posición.
Tarquini, entonces, salió victorioso en la carrera inicial, por delante de Chilton, Huff y Muller. Pechito López realizó una impresionante recuperación para terminar noveno.
Emotiva despedida de Muller
Afortunadamente, los mecánicos del equipo tuvieron tiempo para reparar la carrocería de los coches antes de la última carrera del año. El poleman Bennani mantuvo su liderazgo en la primera curva, con José María López justo detrás tras conseguir un excelente comienzo de la segunda fila. Yvan Muller se mantuvo en el cuarto lugar, con Thed Björk en tercer lugar.
Pero una vez más, el paquete perseguidor estaba lleno de incidentes, y el coche de seguridad hizo una aparición después de sólo una vuelta. Algunas gotas de lluvia cayeron, pero ciertamente no lo suficiente para justificar los neumáticos de lluvia
Poco después de la reanudación, Yvan Muller fue sobrepasado por la cuarta posición después de una poderosa maniobra de adelantamiento de Michelisz. Unas cuantas vueltas más tarde, Pechito López fue pasado por Björk.
Parecía que el orden de las carreras se mantendría sin cambios hasta el final: Bennani, Björk, López, Michelisz, Muller. Pero a pocas vueltas del final, Tiago Monteiro se adelantó a su amigo y rival Yvan Muller. Para Yvan, sin embargo, este resultado importó poco. La prueba marcó el final de una magnífica carrera que lo vio ganar cuatro títulos mundiales del FIA WTCC y romper todos los récords de la disciplina. Al regresar al pitlane, recibió una larga ovación de parte de los miembros del equipo Citroën Total. Había ojos rojos por todas partes, mostrando lo emocionante que fue este momento en la historia del automovilismo.
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