La temporada 2016 del Campeonato Mundial de Turismos (WTCC) ha supuesto un fin de ciclo, marcado por la retirada oficial de Citroën Racing tras tres años de hegemonía. Sin embargo, el dominio de la marca del doble chevron ha venido de la mano de José María López, que también abandona el WTCC en busca de nuevos retos.
La llegada del argentino al WTCC se produjo por casualidad cuando, en 2013, el piloto belga Freddy Barth agotaba su presupuesto con el fin de la ronda europea y el equipo privado alemán Wiechers Sport tenía su BMW 320TC en tránsito hacia Termas de Río Hondo y sin piloto.
López, entonces compitiendo en el Súper TC2000 de su país, llegaba a un acuerdo con Wiechers para ser su piloto en la cita de Argentina. El héroe local jugaba su estrategia en la clasificación para conseguir la pole para la segunda carrera por la normativa de parrilla invertida, que transformaría en una increíble victoria en el fin de semana de su debut. Las cabezas se giraban hacia Pechito, que reclamaba su hueco en el Mundial.
Llegada a Citroën
Citroën Racing desembarcaba en el WTCC en 2014, haciéndose con los servicios del tetracampeón Yvan Muller y de Sébastien Loeb, que debutaba en Turismos. José María López se convertía en el tercer piloto del equipo, arropado por los esfuerzos de Citroën Argentina para conseguirle un volante. Se preveía un duelo fratricida en el seno del equipo francés, con dos fuera de serie como pilotos estelares, y en el que la incógnita recaía sobre Pechito, que comenzaría la temporada como un escudero de lujo.
Como suele ocurrir a veces en los cuentos de hadas, la realidad superó a las expectativas. López deambulaba por el paddock de Paul Ricard tranquilo, mientras los aficionados franceses se agolpaban buscando a Muller y a Loeb. Fue muy fácil conseguir aquella primera entrevista con el argentino.
"Puedes hablar con él cuando quieras, está solo" me dijo la jefa de prensa de Citroën. Pechito rehusaba elevar sus expectativas tras su victoria en la cita inicial del año en Marrakech y aseveraba que su objetivo era hacer un buen trabajo, consciente de que tenía una gran oportunidad y de que el equipo hacía un gran esfuerzo para acomodarle ya que, entonces, las reuniones técnicas se tenían que hacer en inglés porque él no hablaba francés.
El resto de la temporada fue una confirmación paulatina de que aquel chico tímido y humilde no iba a plegarse ante sus ídolos y maestros. López conseguía 10 victorias en 24 carreras y su primera corona mundial, convirtiéndose en el primer campeón del mundo de automovilismo argentino desde Juan Manuel Fangio.
Confirmación como piloto
2015 comenzaba con la expectativa de que Citroën seguiría dominando, dada la superioridad del C-Elysée WTCC. Pocos dudaban de que la clase exhibida por Pechito tendría difícil respuesta en el paddock. El argentino tenía un año de confirmación, en el que demostraba que podía llegar a la victoria desde, prácticamente, cualquier situación.
Siete poles de 12 posibles y 10 victorias en 23 carreras sentaban las cifras de un nuevo año de récords para López, que ya inscribía con fuego su nombre en los anales del WTCC. Incluso Sébastien Loeb reconocía el talento de su compañero, del que aseguraba aprender continuamente sobre cómo competir en Turismos.
2016, despedida con victoria
El año que ahora termina comenzaba con la sombra de la retirada de Citroën a finales de la temporada, prescindiendo de Loeb para reducir su equipo oficial a dos coches. El movimiento de la marca francesa ponía un interrogante sobre el futuro de José María López e Yvan Muller. Rumores apuntaban a una prueba secreta del argentino a los mandos del Toyota de LMP1 en Paul Ricard a principios de año. Asimismo, Pechito no ocultaba su interés en la Fórmula E.
Un cambio de reglamentación hacía que el lastre máximo en el WTCC subiera a 80 kilos, con los C-Elysée WTCC, que seguían siendo los coches más rápidos, llevando este peso extra todo el año. A pesar de las dificultades que ello suponía, sobre todo en la gestión de las curvas y de las frenadas, José María López cumplía las expectativas y confirmaba su tercera corona consecutiva con ocho victorias en 22 carreras y siete de las 11 poles en el bolsillo. El punto álgido fue el excelente fin de semana en el Nürburgring Nordschleife, consiguiendo la pole con 3.5 segundos de ventaja sobre su más directo rival y dos importantes victorias.
Nuevos retos y legado
Los comentarios en el paddock de Vila Real daban por hecho que Pechito, al que no le quedaba ya nada por demostrar, abandonaría el WTCC a finales de año. Efectivamente, en el verano el argentino confirmaba que buscaría un nuevo reto en la Fórmula E, a donde llegaría para la temporada 2016-2017 de la mano de DS, marca hermana de Citroën.
José María López no sólo completó un paso triunfal por el WTCC, con tres títulos mundiales y un 41% de victorias sobre carreras disputadas. Su ejemplo, que ha coincidido con el establecimiento de la categoría TC1 como normativa técnica, ha ido más allá, llevando la profesionalidad de los pilotos del WTCC a un nuevo nivel, con una preparación física más estricta y mucho trabajo en el simulador, puntos que se consideran clave para el dominio que ha ejercido en los circuitos del mundial, ya fueran conocidos o nuevos para él. El cambio ha sido evidente en el paddock, con muchos pilotos de la vieja escuela quedándose descolgados ante la nueva tendencia en el mundial.
Pechito también ha tenido otra firma propia, que ha creado tendencia. Con cada pole, victoria y logro, sus primeras palabras siempre han sido para su equipo: las carreras y luchas podían haber sido buenas, pero nada de ello hubiera sido posible sin los mecánicos e ingenieros que habían hecho del C-Elysée un coche ganador. López, humilde ante todas las circunstancias, siempre puso a los miembros de Citroën Racing por delante, una actitud que hizo que fuera muy querido también dentro de su propio equipo.
El WTCC se enfrenta a un nuevo período de incertidumbre, con el previsible final de la normativa TC1 llegando en una o dos temporadas. A pesar de ello, José María López ha dejado el listón de la profesionalidad y el rendimiento en pista muy alto, y será difícil volver a ver ese nivel de pilotaje a corto plazo.
López ha dejado una profunda huella en el WTCC y, aún deseándole lo mejor en sus nuevos proyectos, sin duda, se le echará mucho de menos.
¡Gracias por todo, Pechito!
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