El tres veces campeón, que compite en un Chevrolet Cruze, pero sin el apoyo oficial de la marca, registró su cuarto fin de semana perfecto en el WTCC en Monza, después de conseguir la pole position y sendas victorias en ambas carreras, logrando salir del circuito italiano con el máximo de 55 puntos.
Muller dijo que un invierno de incertidumbre y la llegada de nuevos obras equipos oficiales, como Honda, significaban que no había previsto una apertura tan fuerte para su campaña.
"Hemos puesto un gran esfuerzo, desde que Chevrolet abandonó de forma oficial, para poder sacar adelante este programa, y todavía hace un mes estábamos muy lejos", dijo Muller.
"La victoria no fue fácil debido a las condiciones particulares. En la segunda carrera Yo estaba muy concentrado en no tomar riesgos y no estaba buscando la victoria, sólo los cinco primeros."
"Paso a paso, aunque yo no cometí ningún error y por eso pude adelantar, simplemente usando las oportunidades de los errores de aquellos que estaban por delante de mí."
"Siempre fuimos buenos en Monza, así que tal vez tenemos que ver después de Marrakech, cuando comienzan los circuitos un poco más virados, pero aún así me sorprendió un poco."
Decepción con Honda
Muller también se hizo eco del sentimiento de Gabriele Tarquini de que Honda podría haber ido hacia atrás , diciendo que esperaba un mayor desafío de la marca japonesa.
"Yo estaba esperando que Honda fuera un poco mejor, pero estoy seguro de que estarán allí arriba pronto", dijo.
"Creo que en comparación con Macao no tengo la sensación de que hayan progresado mucho, lo que es una sorpresa. Me esperaba algo mejor de lo que hicieron."
Fotos: Tamara Aller
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