Es habitual que un piloto de carreras ponga a prueba una nueva máquina antes de la competición real, pero el primer contacto que Gabriele Tarquini tuvo con el famoso Honda RA272, que compitió en la Fórmula 1 en 1964, fue en la línea de salida en el Goodwood Festival of Speed.
"Yo ni siquiera llegué a conducirlo desde el paddock. Me metí en el coche y los mecánicos pusieron en marcha el motor, lo que es un sonido mágico. Es dulce de oír y tan fresco. Tenía muchas ganas de quitar mis tapones para los oídos para escuchar el sonido puro y claro", dijo el bravo italiano después de completar sus primeras vueltas a lo largo de la pista de Goodwood.
"La caja de cambios de seis velocidades ofrece un ambiente muy agradable, pero hay que ser lento en los cambios y también es necesario para obtener las revoluciones correctas para hacer el cambio de forma suave. Por supuesto que tiene un cambio en el patrón H y hace mucho tiempo desde que conduje con uno de ellos. Es un embrague en seco así que tienes que ser amable con eso también, pero todo funciona estupendamente. El motor tiene tanta potencia - si usted piensa que cada pequeño cilindro es 125cc cada uno con cuatro válvulas por cilindro que es tan maravillosamente pequeño. ¡Es como correr un buen reloj suizo! Este es un coche de 1964, así que estoy sintiendo la competición real de la época. Es extraño sentir la sensación flotante de ese período. El asiento no está hecho para adaptarse al conductor tan bien como ahora y los cinturones no son tan grandes, así que según el coche carga para girar en una curva en realidad se mueve también el cockpit en frenada. Es una experiencia inolvidable y estoy muy feliz de estar conduciendo este muy famoso Honda por primera vez."
Tarquini va a hacer más carreras hoy y mañana.
Legendario monoplaza
El Honda RA272 fue el segundo monoplaza del equipo Honda en la Fórmula 1 y compitió en la temporada de 1965. El motor se consideraba el más avanzado de su tiempo, con un régimen de rodaje que podía llegar a las 14.000 rpm.
El Honda RA272 consiguió la victoria en el GP de México de aquel año, con Richie Ginther al volante, siendo el primer triunfo para un coche japonés en la F1, y también suponiendo el primer éxito absoluto de Goodyear en esta categoría.
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